A medida que el hierro comenzó a fundirse, los requisitos de rendimiento aumentaron drásticamente. Conforme el hombre fue más allá de las máquinas de vapor y surgieron fábricas por todas partes y el petróleo se volvió esencial, Motul fue un paso más allá.

Las limitaciones de ingeniería habían comenzado a desvanecerse cuando Motul inició su primera empresa en 1853. La Revolución Industrial acababa de poner el mundo patas arriba, Motul aprovechó la oportunidad centrándose en la excelencia en la innovación. Teniendo en cuenta meticulosamente cada paso del proceso industrial y previendo el crecimiento de la automoción, Motul no pretendía simplemente crear el aceite adecuado para el propósito adecuado, Motul pretendía aprovechar el conocimiento adquirido en cada paso y utilizarlo en su máximo potencial mediante la recopilación de las innovaciones más ingeniosas.

Ejerciendo constantemente su derecho a inventar, Motul muestra una dedicación a lo mejor, desde sus proveedores, a través de su innovación hasta llegar a sus clientes. Desde la primera plataforma petrolera de Pensilvania hasta el último laboratorio de la marca, la búsqueda de mejora en desarrollo impulsa a la empresa día a día, de innovación en innovación. 1966 fue un año clave en la búsqueda de la invención de Motul con la creación de Century 2100, el aceite semisintético inaugural, aclamado por toda la esfera automotriz como el próximo catalizador de la industria para el alto rendimiento. Inspirado en las 300 victorias de Motul en competición y habilitado por este precursor de la tecnología semisintética, el producto 300V nació en 1971, convirtiéndose en el primer aceite totalmente sintético del mercado mundial. Usando la tecnología actual, 300V se considera la referencia en los deportes de motor.

Paralelamente a su negocio automotriz, MotulTech ha desarrollado fluidos metalúrgicos y productos de lubricación de alto rendimiento para abordar las necesidades altamente exigentes del creciente mundo de los negocios industriales en todo el mundo desde 1989.

La pasión es lo que une a los amantes de la ingeniería a su maquinaria, la misma pasión que Motul pone en la innovación. La conexión de ingenio establecida entre Motul y su comunidad, sean profesionales o no, es la clave principal para lograr lo inalcanzable, ir más allá de los criterios comunes y, fundamentalmente, construir una eficiencia duradera.

Respaldar los proyectos de sus clientes es la promesa que les hace Motul de una manera que nadie más lo haría. Las soluciones llave en mano son buenas y completas, pero las respuestas optimizadas son mejores. La devoción de Motul rompe fronteras y crea un verdadero arte, el arte que solo la unidad de la sabiduría y la experiencia pueden crear, el arte que nunca descansa, el arte que siempre está evolucionando.